por GILLIAN B. WHITE
BOSTON (The Atlantic). Mucho antes de que Melinda Gates fuera famosa por su trabajo filantrópico, ella era otra mujer que trataba de abrirse camino en el mundo de la tecnología dominado por los varones.
Melinda comenzó a trabajar en Microsoft en 1987, cuando todavía era una empresa pequeña, escasa. Pero incluso una mujer licenciada en Ciencias de la Computación, y habilidades técnicas en su sangre (su padre era ingeniero civil), todavía tenía problemas para averiguar exactamente cómo encajaría ella en la industria dominada por hombres.
Treinta años después, muchas mujeres todavía se hacen esa pregunta. Las mujeres constituyen una proporción aún más pequeña en las Ciencias Informáticas que cuando ella se graduó: bajó de 38%, en 1984, a 18%.
Con la creación de su propia empresa, Fundamental Ventures, Melinda se une al grupo de voces de la tecnología que están pidiendo el cambio. Hablé con ella sobre su experiencia en Microsoft, cómo ella se acerca a la cuestión de la diversidad de género en la industria, y por qué la creación de compañías más globales es crítica para el futuro.
Gillian White: -¿Por qué Silicon Valley es tan terrible para las mujeres?
Melinda Gates:-Silicon Valley no le ha estado dando la bienvenida a las mujeres por más de una decada. Así que es algo que realmente sucede desde hace mucho tiempo y no creo que esté siendo trabajado en una forma sistemática. Creo que necesita que se solucione de alguna forma. Si esto no se revierte, no vas a tener mujeres jóvenes queriendo entrar en este campo.
White: -¿Y por qué elegir este momento para opinar?
M.G.:-Siempre estuve preocupada por esto. Me pongo a pensar a dónde vamos a ir con la informática, dónde vamos a ir con la tecnología. Veo el aprendizaje de máquinas y de lo que están haciendo en diferentes sectores y proyectando hacia adelante y digo: "¡Oh Dios mío! Si hoy en día sólo el 18% de graduados de Ciencias Informáticas son mujeres y no estamos en una subida significativa, pensemos qué es lo que esto significará en el futuro. No es bueno para los productos que diseñamos y es un desastre en términos del desarrollo de la inteligencia artificial. Tenemos que esforzarnos para llevar a más mujeres hacia la Ciencia de la Computación.
White: -¿Qué está en riesgo si más mujeres no se incorporan a la ciencia y la tecnología informática?
M.G.:-Creo que tendremos tanto prejuicio escondido codificado en el sistema que ni siquiera nos daremos cuenta de todos los lugares donde está. Si no tenés una enfoque diferente en la programación de la inteligencia artificial, que razone de otra manera sobre los set de datos de los que se va a alimentar, vas a tener tanto prejuicio en el sistema que se te va a hacer muy difícil revertilo o retirarlo.
White: -Como especialista en Ciencias de la Computación ¿cómo veías esto en los '80?
M.G.: -Cuando estudiaba informática en la Universidad de Duke, vi que en el 1er. año de preparatoria había muy pocas mujeres. Pero en mi 2do. año, sí hubo un puñado de nosotras, que persistió. Y realmente no me importó porque yo estaba programando con equipos masculinos y me acostumbré a eso y tenía buenos amigos en la carrera. Cuando estaba en la universidad, pensé que ocurriría lo mismo que en Medicina y Derecho, que estamos en el camino, que habrá más y más de nosotras. Pero al salir de Microsoft 10 unos años más tarde y mirar las estadística me di cuenta que todo iba para abajo; simplemente era incomprensible para mí.
White: -¿Tuviste alguna experiencia en Microsoft que te hizo entender por qué las mujeres se irían?
M.G.:-En primer lugar, me encantó trabajar en Microsoft, me encantaban los productos en los que trabajabamos, me encantó la frenética naturaleza de ese trabajo. Pero ya después de aproximadamente 2 años allí empecé a pensar en irme. Yo pensé: "No estoy segura que sea el ambiente que yo quería para mi día a día". Entonces decidí ser yo misma por un tiempo y ver cómo resultaba. Y comencé a aprender que ser yo misma funcionaba. Para entonces, ya era directora y terminé, inadvertidamente, atrayendo a enormes equipos de trabajo alrededor mío, quienes querían actuar de la misma forma. Las personas incluso me decían: "¿Cómo diablos reclutaste a ese increible programador para tu equipo?". Y yo respondia: "Bueno, creo que ellos simplemente quieren trabajar en este tipo de ambiente".
White: -Antes de esa decisión, de tratar de ser vos misma, ¿cómo alteraste tu comportamiento para encajar?
M.G.:-Primero descubrí que debía ser argumentativa todo el tiempo. Ir paso a paso, ganar argumentando. Sé cómo hacerlo, sé cómo jugar ese juego, pero no quiero vivir de esa forma todo el tiempo. Entonces aprendi que había otras formas en donde ubicar el rigor intelectual.
White: -Cuando yo estaba en la universidad creía que la igualdad de geénero se incrementaría en el futuro. ¿Por qué esto no ha pasado?
M.G.:-No creo que nadie lo sepa con exactitud. Sabemos que existen estos vacíos, lo que yo llamo "puntos perdidos", que empiezan en el nivel de jardín de infantes. Luego te aparece otra vez en la enseñanza primaria, lo ves en la secundaria, preparatoria, universidad y luego al entrar en la industria. Y cuando uno tiene cualquier tipo de tubería que está agujereada en tantos lugares, no funciona tapar sólo uno de los agujeros.
Parte de esto es porque hay prejuicio en las escuelas. Lo he visto incluso con mis hijos en el colegio. La gente puede presumir que los chicos pueden ser buenos programando y las chicas no. Tienes que trabajar en cada nivel de escuela media y secundaria. El punto de entrada de la informática es la universidad, y creo que no lo remedia. Pero hay puntos de luz, en algunas clases informáticas que hacen un trabajo realmente bueno. En Stanford, el 90% de los estudiantes toman esa clase (de informática) porque han hecho cambios. O en el Harvey Mudd College han hecho cambios. Pero creo que en la industria, si las mujeres salen de la informática y son exitosas, no se sienten bienvenidas, y es porque hay otro lugar donde tuvimos una enorme pérdida de puntos.
White: -Y tambien hay una cuestión de financiamiento, ¿no? Las mujeres emprendedoras luchan por financiar sus compañías al mismo nivel que los hombres.
M.G.:-¿Por qué sólo el 3% de las startups que consiguen la financiación apoyada por empresas son dirigidas por mujeres? Es un hecho que el dinero así no fluye y no tenemos mujeres que tienen startups.
White: -¿Consideraría la inversión en el capital de riesgo?
M.G.:-Desde luego estoy mirando aunque no es la solución milagrosa. Pero es una solución y creo que tiene que haber una gran cantidad de donantes que aseguren que el dinero está disponible para las mujeres empresarias. Así que estoy mirando si podría hacer una diferencia y si hay algunos proyectos, yo invertiré. No he tomado ningúna decisión definitiva. Uno de los temas es que yo estoy en un viaje para aprender dónde están los puntos perdidos, donde no tenemos buenos datos y, entonces, poner a prueba algunas intervenciones. Pensar en lugares que están teniendo éxito atrayendo a las mujeres en Ciencias Informáticas y difundir sus mejores prácticas a otras universidades. No es suficiente con una élite de quizás media docena que están haciendo las cosas realmente bien.
White: -¿Que tipos de datos te concentrás en reunír para responder a estos desafíos?
M.G.:-Para ser honesta, creo que no sólo necesitamos datos cuantitativos sino tambien cualitativos. Tuve varias reuniones con mujeres en Silicon Valley en las que las entrevistas cualitativas sobre cómo se sienten al ir a una firma de capital de riesgo a pedir dinero. Sabemos que los datos dicen que sólo el 3% de las compañías de mujeres serán respaldadas por fondos de capital de riesgo. Pero escuchando lo que está mal es cuando uno realmente actúa. Pienso en muchos de los datos cuantitativos que nos empiezan a llegar, vamos a tener que agregarles calidad. Tendremos que obtener algunas de las preguntas detrás de la cantidad.
White: -¿Cómo te mantenés motivada con este trabajo mientras hay más denuncias de sexismo y discriminación en la industria, tal como la de Susan Flower? (N. de la R.: un caso que sucedió en Uber)¿Alguna vez te pareció una causa perdida?
M.G.: -Por un lado es algo horrible de leer, y por el otro yo digo: "Gracias a Dios esto es transparente, gracias a Dios hay reporteros a quienes les importa difundir estos temas". Estas cosas pasaban antes y no se hablaban, ahora sí. Ahora las empresas cambiarán o la gente les obligará a modificar su comportamiento. Para mi, es una señal de progreso. La forma en que mantengo mi esperanza arriba, incluso cuando leo un articulo que puede ser devastador, es que conozco a jóvenes mujeres que aprenden informática hoy en día y no son necias acerca de dónde ellas se estan metiendo. Y hay hombres jovenes que las apoyan. Hay mujeres jóvenes que están siendo contratadas para trabajos de verano. Hay oportunidades de networking que no existían cuando yo estaba en el área tecnológica. Esto me da puntos de esperanza y de luz.
White: -A veces los reclamos sobre discriminación sexual o sobre cómo se habla de las mujeres en la industria me hace preguntar si los líderes masculinos realmente están comprometidos con el cambio o si solamente es una retórica para consumo del público. ¿Qué es lo que creés?
M.G.:-No trabajo en todas aquellas compañías pero puedo decir esto: Algunas compañías grandes están dedicadas mucho a ello. Microsoft, Facebook, quieren a grandes mujeres técnicas y producen cambios dentro de sus compañías. Ellas van tras un grupo muy pequeño de mujeres informáticas. Saben que sus productos serán mejores si tienen mujeres en los equipos. Quieren un equipo más diverso. También saben que una vez que reclutan, es difícil retenerlas porque no sólo hay otro lugar tratando de reclutarlas sino que también están aprendiendo que ellas pueden informar su malestar si son discriminadas.
White: -Señalás a la transparencia como un cambio importante. ¿Cómo pensás que le va a las compañías tecnologicas cuando se trata de difundir sobre sus números verdaderos de diversidad y de inclusión?
M.G.:-Algunos pasos ya no tienen vuelta atrás. La transparencia es bastante demandada en las grandes compañías en Silicon Valley y en las firmas tecnológicas del noroeste (N. de la R.: Seattle). Tienen que publicarlas. Incluso una ganancia de 1% en Microsoft, Google o Facebook de mujeres con posiciones informáticas y de liderazgo se percibe fácilmente y es visto como un gran cambio en la industria. Lo que uno debe entender es que las grandes compañías quieren dinamismo. Saben que es bueno para sus negocios. Ya no tenemos que convencerlos de eso.
Ahora, lo que realmente tenemos que hacer es medir cuáles de las grandes cosas que están haciendo son las que realmente están atrayendo a las mujeres a la industria. ¿Es que cambiaron de Java a Python? ¿Es que cambiaron el nombre del curso? ¿Es que tienen más profesores del sexo femenino?
Todos están intentando cosas diferentes y algunas de esas cosas se superponen, pero nadie realmente está estudiando cuáles son los elementos de estos programas que realmente pueden atraer a las mujeres.
White: .Te has vuelto bastante conoocida por tu labor humanitario en la Fundación Gates. ¿Por qué es la diversidad de género en la tecnología una cuestión que es crítica para desviar algo de tu atención?
M.G.:-La tecnología es la base de todo que hacemos. Modifica las reglas del juego en cada campo individual. Es casi como preguntarse a uno mismo: ¿Qué pasaría si no tendríamos a ninguna mujer cientifica en biología? Puedo decirle que no estaríamos estudiando la salud de la mujer si no tuviéramos asombrosas mujeres biólogas. Si no disponemos de las mujeres en la tecnología espacial, no nos haremos algunas de las preguntas adecuadas. No puedo imaginar un mundo sin mujeres en la tecnología.